La inflamación afecta la capacidad de nuestros órganos intestinales afectados para funcionar correctamente, lo cual da lugar a síntomas similares entre la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Algunos de estos síntomas pueden ser diarrea persistente, dolor abdominal, sensación de evacuación incompleta (tenismo), sangrado rectal y vómitos.
- Fiebre
- Pérdida del apetito
- Pérdida de peso
- Fatiga
- Sudores nocturnos
- Depresión
- Ansiedad
Es importante considerar a la depresión y a la ansiedad como manifestaciones extraintestinales de las EII. Ambos diagnósticos incrementan, si los comparamos con la población general, en personas con EC y CU, incluso tras entrar en remisión (Korzenik, 2019).