Se consideran dos principales tipos de enfermedad inflamatoria intestinal, la Colitis ulcerosa y Enfermedad de Crohn, ambas comparten su origen y algunas similitudes en sintomatología. Sin embargo su ubicación, desarrollo, evolución, y estrategias de contención tienen diferencias relevantes entre sí.
En Latinoamérica existen pocos informes sobre epidemiología de EII. En México los casos de EII no son reportados obligatoriamente. Sin embargo, se tienen registros aislados que muestran un crecimiento en la incidencia de EII en los últimos años.
La EII tiene una prevalencia de 100 casos por 100,000 personas en población general con 10,000 casos diagnosticados anualmente.
En todos los tipos de EII ocurre inflamación en el tracto gastrointestinal, si bien hay diferencias importantes en torno a la inflamación misma.
La inflamación es una respuesta del sistema de defensa del cuerpo ante una invasión percibida que el cuerpo mismo protagoniza por considerarse atacado. Esta “confusión” del sistema inmunológico provoca que el cuerpo considere los alimentos, bacterias y órganos digestivos como ajenos y malignos.
El ataque desde y hacia el cuerpo genera inflamación, misma que la persona puede experimentar como malestar y dolor.
El impacto de la inflamación en el intestino se puede manifestar con la presencia de:
A pesar de que el nombre indica una relación directa al intestino, su alcance puede llegar abarcar todo el tracto digestivo, desde la boca, estómago, intestino delgado y grueso, colon, recto, hasta el ano. La manifestación y concentración de la alteración en el tracto digestivo depende de cada enfermedad dentro de este grupo.
El 50% de las personas con EII presentan algún tipo de manifestación extraintestinal asociada.
Realiza un Quiz que te ayudará a
conocer más información del tema.