Existen diversos motivos por los cuales el medicamento puede no tener un impacto o dejar de tenerlo a lo largo del tiempo. Como todo cambio, se requiere un proceso de incorporación y adaptación para integrar los cambios. El impacto del medicamento puede ser gradual y paulatino. Es importante que preguntes a tus médicos el tiempo que puedes estar esperando para notar un cambio en tu sintomatología.
Por otro lado, el tratamiento puede perder efecto con el tiempo si no se administra en tiempo y forma disciplinada. Ocurre en ocaciones porque el sistema inmunológico reconoce al fármaco como una sustancia extraña y piensa que es dañina. Entonces el cuerpo produce unas proteínas llamadas anticuerpos contra el fármaco biológico, impidiendo así que funcionen.
Existen diversas formas de abordar la EII y la estrategia para cada persona es distinta.
[Conoce más acerca de los diferentes abordajes en tratamiento para la EII]
Tu equipo médico deberá monitorear cómo está funcionando el tratamiento. Es importante apegarse con disciplina a la administración de medicamentos e indicaciones. Si tus síntomas perduran, es posible que sea porque se requiera realizar un ajuste de dosis y frecuencias o bien, explorar alternativas y complementos para el tratamiento.
Un pilar en el manejo y cuidado de la salud es el autoconocimiento.
Conocer nuestro cuerpo, como vimos el malestar y como nos alerta de nuestros primeros indicios de actividad de la enfermedad.
[Conoce cómo llevar un automonitoreo de tu salud]