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La alimentación viviendo con una Enfermedad Inflamatoria Intestinal

La alimentación es un pilar de nuestras vidas, a través de la comida nos nutrimos física y emocionalmente. Hacerlo con conciencia nos ayuda a cuidarnos de forma plena y proactiva. 

¿Cómo llevar una alimentación saludable?

Las necesidades y limitaciones alimentarias dependen de la manifestación y asimilación de cada persona. El estilo de vida, preferencias, plan de tratamiento integral, así como las necesidades por edad, género y evolución de EII, juegan un rol importante en el diseño de vida alimenticio óptimo.

 

Por ejemplo, las personas con EC, especialmente aquellos con fístulas, estenosis de colon, o resección del intestino delgado son más susceptibles a deficiencias de micronutrientes, incluyendo vitaminas y minerales.

 

 

[Conoce más acerca de la alimentación como parte del tratamiento para las EII]

Algunas recomendaciones…

En general puede ser recomendable:

  • Reducir el consumo de lácteos. Una vez eliminados estos alimentos, la diarrea, el dolor abdominal y los gases pudieran mejorar, especialmente si eres intolerante a la lactosa.
  • Consumir alimentos bajos en grasa. Una persona con enfermedad de Crohn no absorbe ni digiere correctamente la materia grasa. Evita la mantequilla, las salsas con crema y los alimentos fritos. Además, podrían provocar un aumento en las evacuaciones.
  • No abusar de la fibra. Los alimentos con alto contenido de fibra—frutas, vegetales, cereales integrales—pueden empeorar los síntomas. Si te molestan las frutas y vegetales crudos, puedes cocinarlos al vapor, en el horno o guisados.
  • Evitar alimentos picantes, alcohol, cafeína, fructosa, azúcar y edulcorantes artificiales.
  • Beber líquidos. El agua es la mejor opción.
  • Tomar suplementos multivitamínicos. Las EII pudieran afectar la capacidad de absorción de nutrientes, por lo tanto, considera los suplementos vitamínicos.
  • Identificar los alimentos que asocias con los síntomas.
  • Identificar los alimentos que causan menor sintomatología.
  • Tomar porciones de comida más pequeñas y frecuentes durante el día.
  • Es importante reconocer que los cambios en la alimentación pueden causar que la se tenga una relación difícil con la comida, y que sufra episodios de alimentación compulsiva o dificultad para manejar sus antojos. Una persona con EII también puede padecer al mismo tiempo trastornos alimenticios.

 

Conoce más acerca de hábitos saludables que puedes integrar a tu vida para el cuidado de tu salud. 

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