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Preguntas Más Frecuentes de la Alimentación en la EII
Cuando vives con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), las preguntas sobre cómo gestionar tu alimentación pueden ser tan persistentes como la condición misma. Desde la incertidumbre sobre qué alimentos evitar hasta la confusión sobre los mejores nutrientes para tu salud.
Te compartimos algunos puntos relevantes en relación a las preguntas más frecuentes:
Suplementación
Para manejar la EII, es fundamental priorizar una alimentación balanceada que cubra todos los nutrientes esenciales. Antes de incorporar suplementos, es necesario consultar con tu médico para asegurar su adecuación a tus necesidades personales. Los suplementos más recomendados incluyen:
- Vitamina C y Minerales Traza como el potasio y el magnesio.
- Hierro Bisglicinato, Vitamina D, Folato y Omega 3, todos cruciales para mantener el bienestar general y manejar los síntomas de la EII.
Lácteos y Gluten
No es necesario eliminar completamente los lácteos o el gluten de tu dieta a menos que se identifique una intolerancia específica. La Lic. García sugiere que la fermentación natural, como en el caso de los yogures y el kefir que contienen cultivos vivos, puede ayudar a reducir la lactosa y mejorar la digestibilidad. Para el gluten, los productos de masa madre con fermentación lenta pueden ser más fáciles de digerir y menos problemáticos para personas con EII.
Prebióticos y Probióticos
Los prebióticos y probióticos son componentes esenciales en la dieta que juegan roles fundamentales en la salud del sistema digestivo, especialmente en la regulación y mantenimiento de una microbiota intestinal saludable.
En el contexto de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), los prebióticos y probióticos pueden jugar un papel vital en la reducción de la inflamación intestinal, el fomento de una barrera intestinal saludable, y el apoyo a la respuesta inmune. Al favorecer un equilibrio saludable de microorganismos en el intestino, estos componentes pueden ayudar a manejar y reducir los síntomas de la EII.
La combinación de prebióticos y probióticos, conocida como “sinbióticos”, puede ser particularmente efectiva, ya que los prebióticos alimentan a los probióticos, ayudando a mantener una población saludable de bacterias beneficiosas en el intestino (García, 2024). Alimentos fermentados como el kimchi, sauerkraut, y yogures y kefir son ideales para promover una microbiota saludable.
Recuerda que es importante consultar con un médico o un nutricionista antes de añadir suplementos probióticos o realizar cambios significativos en la dieta.
Más Allá de las Dietas Restringidas: Una Perspectiva Flexible
Limitar el consumo de ciertos alimentos a opciones de alta calidad y menos procesadas puede ser beneficioso, pero la eliminación total de grupos alimenticios debe ser considerada a partir de las necesidades especificas de cada persona. Es importante buscar integrar alimentos de forma equilibrada y personalizado según las necesidades y respuestas individuales.
En el contexto de dietas específicas como la dieta de carbohidratos específicos, la dieta paleo o incluso regímenes como la dieta keto, es crucial adaptar estas aproximaciones a tu situación única con el seguimiento de tu médico. Estas dietas a menudo restringen ciertos tipos de alimentos o grupos alimenticios completos, lo que puede ser útil para algunos casos en diferentes momentos, pero no necesariamente para todos ni de forma permanente (García, 2024).
Verduras Fáciles de Digerir
Las verduras en general son difíciles de digerir. En especial las coles, repollo, brócoli, coliflor… pero sin duda es mas recomendable que sean cocidas y también podría ayudar agregar un poco de mantequilla 100% natural o de aceite de oliva o alguna grasa saludable (García, 2024).
Alimentos Antiinflamatorios
Ligeros cambios dietéticos pueden ayudar a manejar los síntomas de la EII, promoviendo una respuesta inflamatoria controlada. La Lic.Elizabeth García recomiendo algunos alimentos y prácticas dietéticas que pueden ayudarte:
- Omega-3: Incluye pescados grasos como sardinas y anchoas, y carnes de libre pastoreo para reducir la inflamación.
- Vitamina C: Opta por frutas como kiwis y naranjas, y verduras como pimientos y brócoli.
- Vitaminas A y D: Encuéntralas en el hígado, zanahorias, huevos y aceite de hígado de bacalao.
- Menos Azúcares y Procesados: Evita alimentos con azúcares añadidos y aceites vegetales refinados para minimizar la inflamación.
- Alimentos Fermentados: Incorpora kefir, kimchi, sauerkraut y yogurt natural para apoyar la salud intestinal.
- Caldo de Hueso: Beneficioso por su contenido en minerales y colágeno que ayudan a reparar el intestino.
- Hidratación y Café: Mantente hidratado y modera el consumo de cafeína para evitar irritaciones digestivas.
Recuerda que es esencial personalizar la dieta con la ayuda de un profesional de la salud.
Ayuno Intermitente y EII
Un ayuno moderado, como un ayuno nocturno de 12 horas, puede ser beneficioso, ayudando a regular el cuerpo sin imponer restricciones severas (García, 2024). Sin embargo, es importante abordar el ayuno intermitente con precaución y siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud. Es importante evaluar el beneficio del ayuno a las necesidades individuales y considerar cualquier medicación o recomendación médica para asegurar que esta práctica sea segura y efectiva.
Consideraciones sobre el Consumo de Arroz y Papa
El exceso de cualquier carbohidrato como son la papa y el arroz pueden causar acidez. Se puede remojar el arroz en agua y después escurrir muy bien antes de cocinarlo, eso mejora la digestión.
En caso de la papa se puede también remojar en salmuera antes de cocinarla. Es importante revisar las porciones de carbohidratos que se consumen en ese tiempo de comida, por ejemplo: si solo son arroz o papa en esa comida las cantidades ideales con entre media y una taza de arroz y de papa como una pieza pequeña.
Es recomendable tratar de no mezclar con otros carbohidratos de preferencia (García, 2024).
Cada persona es única
Recuerda, lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La colaboración con tu equipo médico y un nutricionista especializado te ayudará a encontrar el plan de alimentación más adecuado para ti.